Renta fija y renta variable

A la hora de invertir en los mercados financieros, un inversor o un ahorrador que quiere sacarle partido a su dinero ha de tener clara la diferencia entre dos conceptos fundamentales: renta fija y renta variable. Son dos tipos de inversión orientados cada uno a distintos tipos de inversores.

Qué es la renta fija.

La renta fija está pensada para aquellos inversores/ahorradores que quieren sacarle cierta rentabilidad a su dinero en los mercados financieros, pero sin correr riesgos.

Cuando hablamos de renta fija nos referimos a depósitos de corto o largo plazo, los cuales generan un interés fijo, un tanto por ciento del valor nominal del activo en cuestión. En los mercados de renta fija podemos adquirir deuda pública, bonos de entidades privadas, pagarés, etc. Lo mejor que tienen, es que una vez venzan recuperaremos el valor nominal del producto, siendo un producto financiero bastante seguro. Por otra parte, esta seguridad se paga en términos de rentabilidad. En efecto, el principal defecto de la renta fija es que no es muy rentable. Las inversiones en renta fija están recomendadas para los inversores mayores, dado que cuando las inversiones son muy grandes, el monto total de la rentabilidad es importante, por más que la ganancia por euro invertido sea muy pequeña.

Una renta es fija porque el rendimiento siempre es el mismo, como por ejemplo el arrendamiento de una vivienda, donde todos los meses se obtiene un mismo monto o valor.

Qué es la renta variable.

La renta variable, por su parte, está pensada para los inversores más ambiciosos respecto de rentabilidad de su inversión, aunque esto pudiera conllevar mayores riesgos.

Para los inversores que no se amedrentan con el riesgo, existe el mercado de renta variable. En este caso, se trata de inversores/ahorradores que compran acciones de una empresa. Estas representan partes del capital de la misma, el cual está sujeto a las fluctuaciones del mercado.

Son inversiones a largo plazo, que pueden minar la paciencia de los inversores/ahorradores que se dejan amilanar por los vaivenes del mercado en el corto y medio plazo. En cualquier caso, si la inversión fue acertada, los beneficios a largo plazo son muy superiores a los de los productos financieros disponibles en el mercado de renta fija, aunque si la inversión no fue acertada, las pérdidas serán enormes. En este caso, como se ha mencionado, la paciencia y la sangre fría del inversor han de ser tenidas muy en cuenta, aunque conviene no confundirlas con la temeridad.

Algunos ejemplos paradigmáticos de renta variable son las acciones de empresas privadas, la compra de materias primas, las Opciones y Derivados Financieros, los Futuros, el Forex, los índices, las Commodities, las Divisas, etc.

Diferencia entre renta fija y renta variable.

La diferencia entre renta fija y variable, es que la renta fija procura un ingreso constante y estable con el transcurso del tiempo, en tanto la renta variable no ofrece estabilidad en el nivel de ingresos que se obtiene.

La renta fija ofrece estabilidad y confianza, y la renta variable es fuente de incertidumbre en razón que no se puede tener certeza sobre el monto de los ingresos que obtendrán en un periodo determinado.

¿Es mejor renta fija o renta variable?

La decisión depende en gran medida del perfil del inversor. La renta fija es ideal para inversores conservadores con aversión al riesgo, y la renta variable para quienes es asumible el riesgo a cambio de un potencial de ingresos mayor.

La renta fija es conservadora pero segura, y la renta variable es incierta, pero con mayor potencial de ganancia, aunque también de pérdidas.

La renta variable puede generar grandes ganancias en algunos periodos, pero en otros puede estancarse el ingreso o incluso generar pérdida, y por lo tanto cada inversor según su perfil debe determinar cuál su preferida.

Generalmente la renta variable exige cierto conocimiento y acción por parte del inversor, que debe saber lo que hace, conocer el sector en que invierte y evaluar constantemente su inversión y los resultados.

La renta fija, en cambio, es como disparar y olvidar, pues una vez se y ha elegido la inversión, para lo que también se requiere análisis y estudio, se puede olvidar del asunto pues tendrá una renta fija de ella, lo que puede ser positivo para determinado perfil de inversor.

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