¿Se puede poner una casa a nombre de una empresa?

En primer lugar, sí se puede colar una casa a nombre de una empresa, puesto que no existe una ley que lo prohíba, limite o condicione, y el asunto importante a evaluar es bajo qué figura se pone a nombre de la empresa.

En el imaginario popular se tiene la creencia de que poner una casa a nombre de una empresa o de otra persona es tan sencillo como ir a la notaría para hacer la escritura correspondiente, pero es más que eso.

Poner la casa a nombre de un tercero implica transferir el dominio, que solo se puede hacer mediante permuta, donación o compraventa principalmente, lo que tiene implicaciones patrimoniales y fiscales.

¿Bajo qué figura se pretende pasar la casa a nombre de la empresa? ¿Es una compraventa, un aporte de capital o una donación?

La transferencia de dominio debe estar formalizada y legalizada, y debe aparecer tanto en los estados financieros como en la declaración de renta de la empresa, porque hay una transferencia de patrimonio desde el socio a la sociedad que puede generar ganancia ocasional, ya sea para el socio o para la empresa.

Adicionalmente, si la casa se pasa a nombre de la empresa y el socio sigue viviendo en ella, en la declaración de renta no se pueden deducir los gastos en que la empresa incurra para gestionar o mantener la casa, puesto que no tienen relación de causalidad con la actividad generadora de renta, ya que solo beneficia al socio.

Para terminar, dependiendo del objetivo y la figura a utilizar, habrá que hacer un análisis detallado de los efectos de «pasar» la casa a nombre de la empresa.