¿Qué ocurre cuando el trabajador renuncia y sigue trabajando?

Cuando el trabajador presenta su renuncia y, llegada la fecha informada, este sigue trabajando sin que la empresa se pronuncie, se entiende que la renuncia presentada queda sin efecto por decisión de las partes.

El silencio de las partes configura una aceptación tácita que equivale a una retractación del trabajador y a una aceptación del empleador de esa retractación, por lo que el contrato sigue vigente.

El contrato no termina y, por tanto, no se puede tener un nuevo contrato a partir del 10 de agosto. Los contratos terminan como se inician, con la aceptación de las dos partes, y en este caso el trabajador presentó una renuncia y la empresa no aceptó esa terminación propuesta por el trabajador.

Distinto es cuando el trabajador presenta la renuncia a partir del 10 de agosto y luego las partes deciden continuar con el contrato hasta el 30 de agosto, por ejemplo; en este caso, el contrato terminará el 30 de agosto.

Ahora, si el trabajador presentó la renuncia y, pasada la fecha, sigue trabajando sin que ninguna de las partes se pronuncie, el empleador luego no puede despedir al trabajador, puesto que esa renuncia ha quedado sin efecto por el silencio de las partes, que, como ya señalamos, debe interpretarse como una aceptación tácita de continuar con el contrato de trabajo.