¿Qué impacto tiene el salario mínimo en el empleo y en la economía?

Es un tema complejo sobre el cual no existe consenso entre los economistas y planificadores, y, de hecho, aún no se ha descubierto la respuesta a esa pregunta, por lo que más que argumentos técnicos, lo que existen son teorías e interpretaciones.

Efectos negativos que el aumento del salario genera en la economía.

Bajo la ley de la oferta y la demanda, el salario es el precio del trabajo, por lo que, bajo esta ley, ha de ser la oferta de puestos de trabajo y de trabajadores la que fije su precio o salario.

Cuando el Estado fija un salario que se aleja de ese precio de mercado, crea distorsiones artificiales en la oferta y demanda que conllevan a desequilibrios, pudiendo generar una menor oferta de trabajos (desempleo) o una menor oferta de trabajadores (alza de salarios, dificultad para conseguir mano de obra, etc.), situaciones que pueden afectar el desempeño general de la economía.

Desde el punto de vista de las empresas, al incrementarse el salario mínimo, sus costos laborales se incrementan, lo que afecta su rentabilidad y su competitividad, que ya está bajo presión por la alta competencia en casi todos los sectores.

Esto, además, tiene consecuencias como, por ejemplo:

• Disminución de personal.
• Sustitución (automatización) de personal.
• Externalización de la producción.
• Disminución de la competitividad.
• Quiebra.

Hay empresas que no tienen margen para asumir subidas importantes de los gastos laborales y terminan cerrando, o hay propietarios que encuentran un mejor uso a su capital, y es una de las razones por las que hay salida de capital de un país, o que se traslada al sector financiero o especulativo, derivando en la desindustrialización del país que se mueve a una economía netamente financiera-especulativa, lo que hoy en día es mucho más sencillo por la existencia de aplicaciones que ponen al alcance de las masas las inversiones en mercados de valores tanto nacionales como internacionales.

Adicionalmente, se argumenta que, cuando la única alternativa que tienen las empresas para solventar el incremento de los costos laborales es la subida del precio de sus productos y servicios, se crea una tendencia inflacionaria que se puede contagiar a todo el sector productivo del país, por lo que el incremento inicial en el ingreso de los trabajadores se ve absorbido por la pérdida de poder adquisitivo de ese nuevo ingreso, anulando el incremento o incluso provocando una reducción efectiva de ese ingreso.

Impactos positivos del incremento del salario mínimo en la economía de un país.

El principal argumento de quienes defienden los impactos positivos del incremento del salario mínimo es el aumento de la demanda agregada interna, porque los trabajadores tendrán más dinero para gastar, lo que aumentará la demanda de bienes y servicios, llevando a que las empresas deban incrementar su oferta, aumentando empleos y salarios, generando una especie virtuosa de crecimiento y prosperidad.

Un trabajador cuyo salario apenas le alcanza para sobrevivir es un trabajador que no gasta, que no consume, y, por lo tanto, no aporta a la economía. Una economía sin personas que aporten no puede crecer.

Un empresario que no paga un salario justo a sus trabajadores es un empresario que no podrá tener clientes ni consumidores, por lo que se espera que el incremento de salarios conlleve un incremento de ventas, competitividad y estabilidad laboral, entre otras virtudes.

El equilibrio entre salario, capacidad de consumo y productividad.

Desde el punto de vista teórico, los dos argumentos son válidos y la solución parte de llegar a un equilibrio en donde lo ganado por un lado no se pierda por el otro, y ese es el reto de los planificadores que establecen las políticas económicas de un país.

El salario debe representar el precio real del trabajo y es lo que debe garantizar el salario mínimo.

Cuando el Estado permite que las empresas paguen un salario inferior a su precio de mercado, el trabajador se ve perjudicado y la empresa, de forma individual, se beneficia, pero genera una distorsión en la economía, creando un mercado sin consumidores, con personas que no tienen capacidad de consumo.

Y, como ya se dijo, si se impone un salario superior al precio del mercado, perjudica al empresario y, de forma indirecta, al mismo trabajador por vía de desempleo e inflación.

Esto significa que las dos partes tienen razón, pero siempre que haya equilibrio.

Adicional a lo anterior, la política salarial no es la única variable que influye en la economía de un país. Influye la carga fiscal, la infraestructura de un país que beneficia o perjudica la logística y la competitividad, el nivel educativo que crea un mercado laboral altamente calificado que permita generar bienes y servicios de alto valor, seguridad jurídica para invertir, etc., etc.

Los problemas económicos no se solucionan subiendo más o menos un salario. El salario es apenas una pequeña parte del problema o de la solución, según se mire.