Posición corta y larga en el mercado de futuros

En los mercados financieros existen dos estrategias en las inversiones; una es la posición corta y la otra es la posición larga, y trataremos de explicar en que consisten.

Derivados y futuros financieros.

Dentro del importante mercado de derivados internacional, estos pueden subdividirse en opciones sobre acciones, índices o divisas; "swaps" o permutas financieras y, por último, futuros financieros.

Los futuros financieros son aquellos derivados formalizados a través de un contrato por el cual las partes contratantes están obligadas a comprar o vender un activo subyacente. Además, en un contrato de futuros también se determina claramente la fecha futura y concreta en que el activo subyacente se comprará o venderá. Por último, el contrato establece igualmente el precio mutuamente acordado de compraventa del activo.

Los contratos de futuros, que son usados sobre todo para operaciones de cobertura y de tipo especulativo, pueden ser comercializados en los mercados de capitales de dos formas distintas.

Qué es una posición corta.

En la posición corta el inversionista vende un activo que aún no posee a un precio determinado, y espera entregarlo en un futuro a un precio menor ganando la diferencia.

Las posiciones cortas se utilizan cuando se cree que el precio de los activos caerán en un futuro, y eso permitirá comprarlos a un menor precio para cumplir con la obligación asumida.

La posición corta supone que el valor del producto financiero bajará en el futuro, de manera que el inversos se beneficia con la bajada de precio, y para ello toma prestado el producto financiero (lo financia) y se compromete a devolver el producto financiero al precio que esté en el futuro, que al ser menor ganará.

Qué es una posición larga.

La posición larga implica que el inversor estima que el precio del activo subirá, por lo que espera venderlo en un futuro a un mayor precio obteniendo una ganancia.

Las inversiones en corto implican comprar el activo para luego venderlo a un precio mayor, en tanto la posición larga no supone la compra del activo, sino su préstamo para devolverlo en un tiempo futuro cuando su precio sea menor.

Ejemplo de posición corta y larga.

Para ilustrar los conceptos de corto y largo, supongamos que compramos una acción de Apple, que supongamos al momento de la compra vale 130 dólares.

Si el inversor cree que la acción subirá de precio, entonces tomará una posición larga comprando la acciones para en un futuro venderlas a un mayor precio, a 140 por ejemplo, ganando 10 dólares.

En la posición larga el inversor compra las acciones, para luego venderlas a un mayor precio.

Por el contrario, si el inversor cree que las acciones de Apple bajarán de precio tomará una posición corta, tomando prestadas las acciones para devolverlas en un futuro cuando espera que estén más baratas.

En la posición corta el inversionista no compra las acciones, sino que las tomas prestadas, y cuando venza el plazo las devuelve, para lo cual tendrá que pagarlas (comprarlas para devolverlas) al precio en que este a la fecha en que se venza el contrato, y si el precio es menor como esperaba, ganará dinero.

Por ejemplo, si tomamos prestadas acciones de Apple a 130 dólares y nos comprometemos a devolverlas dentro de 6 meses, si para esa fecha las acciones han bajado como esperábamos a 100 dólares nos habremos ganado 30 dólares por acción.

Por lo anterior, el inversionista que negocia futuros o divisas debe hacer un análisis para estimar si la el precio disminuirá o se incrementará, y en función de ello hace la inversión, y la ganancia dependerá si acierta en su pronóstico.

Esto le permite al inversos ganar dinero tanto si el producto baja de precio como si sube, siempre que acierte en su estimación.

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