Principios básicos de administración

Los principios básicos de administración no sólo son aplicables a las empresas, sino que son válidos en la vida personal y familiar, por lo que es algo que debemos considerar como cultura general.

Los principios de administración.

Los principios administrativos que nos han enseñado en la universidad, son aplicables no sólo a la administración de una empresa sino a la administración de la vida misma de cada persona, aunque no nos lo hayan dicho.

En el diario desarrollo personal, laboral o profesional, debemos aplicar muchos de los principios considerados esenciales en la administración.

Existes 4 principios básicos de la administración reconocidos de forma universal: planeación, organización, dirección y control, y todos deben ser implementados para lograr una administración exitosa.

Planeación.

No se puede hacer nada sin antes planearlo. Hasta ir al cine los fines de semana requiere ser planeado, puesto que se tiene que tener en cuenta variables como el tiempo y el dinero.

Inclusive se tiene que medir el costo de oportunidad, puesto que el hecho de ir al cine impide que se desarrollen otras actividades que pueden ser más o menos importantes.

El camino se recorre con éxito si se conoce qué camino se ha de recorrer, y eso es la planeación, trazar el camino y cómo ha de hacerse su recorrido.

Organización.

En la vida personal se requiere ser organizado. Aunque seamos uno solo, dependemos e influimos en más personas, y nuestras decisiones necesitan y tendrán efectos sobre diferentes recursos, los que en su conjunto deben estar debidamente organizados, de lo contrario será más difícil, como por ejemplo planear y ejecutar lo planeado.

De poco sirve la planeación si no se hace de forma organizada lo que se planeó hacer. Si no hay organización hay distracciones y fácilmente se puede abandonar el camino o desviarse de él.

Dirección.

Tan importante como los anteriores. Debemos dirigir muy bien nuestras acciones, actitudes, etc., para poder conseguir el objetivo elegido. Sin dirección no es posible avanzar.

Como lo dice el adagio popular: un barco sin timón es un barco sin dirección, sin rumbo y sin destino.

El camino es tortuoso y requiere corregir el rumbo constantemente, y eso sólo es posible si existe una dirección sólida, que mediante una correcta organización asegura seguir según lo planeado.

Control.

Es absolutamente necesario de vez en cuando (sino siempre) revisar nuestros planes, acciones, actitudes, para determinar que tan bien estamos haciendo el trabajo.

Sino nos cuestionamos nosotros mismos, difícilmente veremos nuestros propios errores, y en consecuencia los seguiremos repitiendo con su inexorable efecto negativo en el desarrollo de nuestros planes.

Nuestra vida debe ser abordada como una empresa, puesto que quizás es precisamente la vida la empresa más exigente que hayamos iniciado. Una vida mal enfocada y mal llevada, es indudablemente un fracaso.

El control permite corregir problemas de organización, de dirección e incluso de planeación, puesto que se debe hacer una retroalimentación permanente para hacer los ajustes pertinentes, y es sólo se logra si existe un control permanente, que verifique el cumplimiento de los otros principios en que se fundamenta la administración.

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  1. sher (junio 8 de 2022)

    excelente informacion, pero quisiera saber si me podrian ayudar con la bibliografia de toda la informar

    Responder
    • Jasly mariana caicedo mina en respuesta a sher (septiembre 14 de 2023)

      Excelente información muchas gracias

      Responder

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