Tratamiento contable de los fondos y las reservas

Los fondos y las reservas, aunque se apropian de las utilidades líquidas, son diferentes y, por tanto, es diferente el tratamiento contable de cada uno de ellos.

Diferencia entre fondo y reserva.

Por regla general, se entiende como reserva la apropiación que hace la empresa de recursos tomados de las utilidades líquidas, con el fin de proteger el patrimonio de la empresa, tales como la reserva legal, la reserva para readquisición de acciones o para el ensanchamiento, para enjugar pérdidas, etc.

Por fondo, en este caso nos referimos a los recursos que son apropiados de las utilidades líquidas para el cumplimiento de un compromiso de la empresa con terceros, como bien puede ser el caso de las cooperativas, cuando por disposición legal deben crear un fondo para educación.

Algunas empresas deciden crear fondos de beneficencia como parte de su compromiso social, lo cual implica la entrega de recursos a terceros para dar aplicación a esos fondos. Aquí vemos que existen dos clases de fondos: los que implican entrega de dinero a terceros y los que se crean para asuntos internos de la empresa, como reposición de equipos o el mismo fondo de caja menor.

Contabilización de las reservas.

La contabilización de las reservas se realiza afectando la cuenta 33 del patrimonio.

Como vemos, las reservas forman parte del patrimonio de la empresa y se afectarán en la medida en que se apliquen para el cumplimiento de la finalidad para la que fueron creadas.

Como ya se mencionó, las reservas se apropian de las utilidades líquidas del ejercicio y deben estar aprobadas por la asamblea en el caso de las reservas estatutarias.

Contabilización de los fondos.

Los fondos, por corresponder a un compromiso con un tercero, deben reconocerse como un pasivo, puesto que la empresa se ha obligado a girar unos recursos para el cumplimiento de un objetivo propuesto. En el momento en que la empresa compromete recursos a un ente ajeno a la empresa, está dando origen a una obligación.

Los fondos igualmente se apropian de las utilidades líquidas y se contabilizan en la cuenta correspondiente del pasivo, que bien puede ser la 238035 o 338095.

Es de aclarar que al pasivo se llevan únicamente los fondos que implican la transferencia de recursos a terceros, puesto que los fondos destinados a los fines propios de la empresa, como en el caso del fondo de caja menor, se contabilizan en el activo.