Activos biológicos en las NIIF

La NIIF 41 establece las directrices que se deben seguir para reconocer contablemente los activos biológicos, tanto los adquiridos como los producidos por el ente económico.

¿Qué es un activo biológico?

En el contexto de las NIIF, un activo biológico es un animal vivo, y una planta, cualquiera que sea.

Los activos biológicos incluyen, entre otros, animales como ganado, ovejas, pollos, peces, caballos, así como plantas como cultivos agrícolas (arroz, trigo, cebada, uvas, etc., árboles frutales y bosques.

La norma se aplica tanto a los activos biológicos utilizados para la producción agrícola como aquellos que son mantenidos para la venta, como es el caso de animales destinados a la venta o productos agrícolas para su comercialización.

Aplicación de la NIIF 41 a los activos biológicos.

La NIIF 41 se aplica a los activos biológicos durante el proceso producción del activo biológico, es decir, una vez que activo se cosecha está dispuesto para la comercialización se trata como un inventario más.

Reconocimiento contable de los activos biológicos.

Los activos biológicos deben ser reconocidos inicialmente al costo. El costo incluye todos los costos directamente atribuibles a la adquisición, cultivo o producción del activo biológico.

Esto puede abarcar el costo de compra del activo, cuando ese ha sido el caso, los costos de alimentación, cuidado veterinario y otros costos directos relacionados con su desarrollo inicial, para el caso de los producidos por el ente, como un ternero, pollo o pez, etc.

Medición inicial de los activos biológicos.

Después de su reconocimiento inicial, el activo biológico, en este caso, la vaca, caballo, pollo, caballo, etc., en crecimiento, se medirá a su valor razonable menos los costos de venta, a menos que el valor razonable no pueda ser medido con fiabilidad.

Si no se puede determinar de manera confiable el valor razonable, se utilizará el costo menos la depreciación acumulada como medida.

Medición posterior de los activos biológicos.

A medida que el activo biológico crece y se desarrolla, la NIIF 41 requiere que los activos biológicos se midan a su valor razonable menos los costos estimados de venta en cada fecha de presentación de los estados financieros.

Reconociendo de las pérdidas y ganancias en los activos biológicos.

El reconocimiento de las pérdidas y ganancias asociadas con los activos biológicos en la NIIF 41 se produce a través del estado de resultados.

Las variaciones en el valor razonable menos los costos de venta de los activos biológicos se registran como ganancias o pérdidas, según corresponda, en el periodo en el que ocurren los cambios. Esto incluye las siguientes situaciones:

  • Incremento en el valor razonable: Si el valor razonable menos los costos de venta de un activo biológico aumentan respecto a periodos anteriores, la entidad reconocerá una ganancia en el estado de resultados.
  • Disminución en el valor razonable: Si el valor razonable menos los costos de venta de un activo biológico disminuyen respecto a periodos anteriores, la entidad reconocerá una pérdida en el estado de resultados.

El valor de un activo puede disminuir o incrementar dependiendo de su valor razonable, y de lo costos de venta imputables, por lo que regularmente se deben hacer los ajustes correspondientes.

Reconocimiento de la muerte o fallecimiento de un activo biológico.

Cuando un activo biológico fallece (la vaca se murió), naturalmente que ocurre una pérdida de valor en dicho activo que debe ser reconocido contablemente.

En la práctica, cuando un activo biológico, como una vaca o cualquier otro, fallece, su valor razonable generalmente se considera cero, ya que el activo pierde su capacidad para generar ingresos o beneficios económicos futuros. En este caso, el valor razonable menos los costos de venta se aproximan a cero, y se reconoce una pérdida en el momento del fallecimiento, muerte o desaparición del activo.

Sin embargo, es importante destacar que el valor razonable no siempre se considera automáticamente cero en todos los casos en que fallece el animal o planta. En algunas situaciones excepcionales, como la presencia de un valor residual (por ejemplo, en la venta de subproductos como cuero), podría haber un valor razonable residual, y la evaluación específica dependerá de las circunstancias y la naturaleza del activo biológico en cuestión, situación que cada entre debe evaluar según la naturaleza del animal o planta.

Muchos activos biológicos generan restos aprovechables una vez que perecen, por lo que su valor residual no es necesariamente de cero, aspectos que cada ente debe considerar en sus políticas contables.

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