Cuentas de dudoso o difícil cobro

Las cuentas de dudoso o difícil cobro tienen su origen en las ventas que se hacen a crédito y que en nuestro plan de cuentas [Colombia] se contabiliza en la cuenta 130505.

Qué es una cuenta de difícil cobro.

Todo negocio tiene sus riesgos, que en este caso es el riesgo que algunos clientes no paguen las deudas.

De manera que una cuenta de difícil cobro es aquella venta financiada, que no ha sido pagada por el cliente en los plazos acordados, y respecto a la cual la empresa tiene dudas sobre la posibilidad de cobrarla.

Del total de ventas realizadas a crédito existe una alta probabilidad que algunas de ellas no puedan ser recuperadas. Aquellas cuentas que posiblemente no puedan ser cobradas, se clasifican como cuentas de dudoso o difícil cobro.

Criterios para clasificar una cuenta de difícil cobro.

Existen algunos criterios a tomar en cuenta para clasificar una deuda como de difícil cobro, entre los que se tiene el tiempo de vencimiento, los antecedentes del cliente, la situación financiera del cliente, las garantías que se hayan exigido a la hora de entregar mercancías a crédito, etc.

Respecto a los criterios de las normas tributarias, el tratamiento a dar se señala en el siguiente artículo.

Provisión de cartera en el impuesto a la renta.Requisitos que se deben cumplir para deducir del impuesto a la renta la provisión de cartera (individual o general).

Las cuentas de difícil cobro, una vez clasificadas como incobrables, debe procederse a realizar la respectiva provisión y llevarlas al gasto con el objetivo de reconocer financieramente su pérdida.

Las cuentas de difícil cobro dependen mucho de la política de cartera y de la gestión de cartera que haga la empresa.

Política de cartera y su efecto en las cuentas de difícil cobro.

Una deficiente o inexistente política de cartera conlleva a que no se hagan los estudios adecuados ni se fijen los criterios y parámetros necesarios para las ventas a crédito, por lo que se aumenta el riesgo de entregar mercancías a un cliente que muy posiblemente no pagará.

La empresa debe llevar las estadísticas sobre el comportamiento de sus clientes para poder anticipar en nivel de pérdida de cuentas por cobrar para así mismo hacer sus proyecciones de ingresos e inclusive hacer estudios sobre fijación de precios de venta, toda vez que lo que el cliente no pague, debe ser absorbido por los ingresos efectivamente recibidos por la empresa.

No se puede considerar una utilidad bruta en ventas de un 20% y unas cuentas de difícil cobro del 25%, indudablemente que la utilidad sería absorbida por las cuentas incobrables.

Cuentas de difícil cobro en las NIIF.

Las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) contemplan la consideración de cuentas de difícil cobro o deudas incobrables en el contexto de las transacciones comerciales donde los clientes pueden no pagar lo que han comprado a crédito.

La NIIF 9 «Instrumentos Financieros» y la NIIF 15 «Ingresos de Actividades Ordinarias Procedentes de Contratos con Clientes» son dos normas que tratan este tema.

  1. NIIF 9. Esta norma se enfoca en la clasificación, medición, reconocimiento y deterioro de los instrumentos financieros, incluyendo las cuentas por cobrar. La NIIF 9 establece que las entidades deben evaluar regularmente si existe evidencia objetiva de deterioro en el valor de sus cuentas por cobrar. Cuando existen indicios de deterioro, la entidad debe reconocer una pérdida por deterioro. Esto implica que se debe establecer una provisión para cuentas de difícil cobro para reflejar la parte de las cuentas por cobrar que se espera que no sea cobrada.
  2. NIIF 15. Esta norma se centra en la contabilización de los ingresos procedentes de contratos con clientes. Aunque no trata directamente el deterioro de cuentas por cobrar, cuando una entidad tiene evidencia de que no se podrán cobrar ciertas cuentas por cobrar relacionadas con contratos de clientes, esto puede afectar el reconocimiento de ingresos y requerir el ajuste de los ingresos reconocidos en función de las expectativas de cobro.

Las NIIF requieren que las entidades evalúen y reconozcan las cuentas de difícil cobro, reflejando adecuadamente el deterioro en el valor de sus cuentas por cobrar y asegurándose de que los ingresos se reconozcan de manera realista en función de las expectativas de cobro.

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