En ocasiones se suele hablar de proyectos viables y factibles, y aunque a veces asimilamos entre sí estos dos conceptos, encierran un significado muy diferente.
Viabilidad y factibilidad.
La viabilidad y la factibilidad son conceptos distintos que a veces solemos confundir, puesto que un proyecto viable no necesariamente es factible.
Cuando se evalúa un proyecto empresarial, lo primero que se determina es su viabilidad y luego su factibilidad para así tomar una decisión.
La factibilidad financiera es el elemento esencial que determina el futuro de un proyecto; por lo tanto, debe diferenciarse plenamente de la viabilidad del proyecto.
Viabilidad.
Un proyecto tiene viabilidad cuando tiene probabilidades de llevarse a cabo, ya que es posible hacerlo.
Veamos lo que, según la RAE, significa el término viable:
«Dicho de un asunto: Que, por sus circunstancias, tiene probabilidades de poderse llevar a cabo.»
Es probable hacer determinado proyecto o determinado producto porque existen las condiciones, conocimientos y tecnología para hacerlo.
Factibilidad.
Un proyecto factible es aquel que, además de ser viable operativamente, es factible financieramente.
La RAE define la factibilidad como algo que se puede hacer, que es posible hacer, es decir, que es mucho más que una probabilidad, pues hay certeza en el resultado.
La factibilidad, además de considerar la viabilidad operativa, implica también la viabilidad financiera y la rentabilidad, que es el objetivo final de cualquier emprendimiento.
De poco sirve un proyecto viable, pero que no es rentable.
Supongamos un proyecto para extraer minerales de la Antártida. Es un proyecto que es viable, ya que existen los minerales y las herramientas y equipos para hacerlo, pero no es un proyecto factible, ya que sus altos costos lo harían imposible de realizar, incluso cuando técnicamente sea posible hacerlo.
Así las cosas, un proyecto de emprendimiento debe ser primero viable y luego determinar si es factible, es decir, si financieramente justifica la inversión.
Si el proyecto no es viable, el asunto termina ahí porque simplemente resulta imposible lograrlo. Hay proyectos viables pero no factibles, pero no existe un proyecto factible que no sea viable.
Diferencia entre rentabilidad y factibilidad.
Un estudio de factibilidad evalúa la rentabilidad; es decir, la rentabilidad es un elemento de la factibilidad, pero no es un sinónimo.
La factibilidad hace referencia a que se puede hacer, y la rentabilidad a la capacidad de generar ganancias.
La factibilidad de un proyecto no puede existir sin la rentabilidad, y la rentabilidad por sí sola no garantiza la factibilidad de un proyecto, ya que se deben evaluar otras situaciones para determinarla.
Ejemplo de proyecto viable y factible.
Como ejemplo de un proyecto viable y un proyecto factible podemos plantear el siguiente:
Proyecto viable: Supongamos que una persona tiene la idea de abrir una tienda de café en una zona universitaria muy concurrida. Esta persona tiene experiencia en la industria del café, cuenta con el conocimiento necesario, puede obtener un espacio adecuado y tiene acceso a proveedores de calidad para los granos de café. Además, ha realizado un análisis de mercado que indica una alta demanda de café en esa ubicación. En este caso, el proyecto es viable porque todas las condiciones necesarias para iniciar la tienda están presentes. Sin embargo, aún no se ha evaluado la factibilidad financiera.
Proyecto factible: Continuando con el ejemplo anterior, después de determinar la viabilidad del proyecto, la persona realiza un estudio financiero detallado. Calcula los costos de alquiler, personal, suministros, marketing y otros gastos, además de estimar los ingresos potenciales. Después de un análisis exhaustivo, concluye que, a pesar de ser viable operativamente, el proyecto no es factible financieramente. Los costos superan a los ingresos proyectados, lo que significa que el negocio no generará ganancias y podría resultar en pérdidas significativas. En este caso, el proyecto es viable en términos operativos, pero no es factible debido a problemas financieros, por lo que podría ser más adecuado considerar otras opciones o ajustar el plan de negocio.
¿A qué hace referencia la viabilidad de un proyecto de emprendimiento?
La viabilidad del emprendimiento hace referencia a la posibilidad de llevar a cabo con éxito un proyecto o negocio. Se refiere a la evaluación de si las condiciones, recursos, conocimientos y factores necesarios están disponibles o pueden ser adquiridos para que el emprendimiento sea realizado de manera efectiva y sostenible.
La viabilidad implica determinar si el proyecto es realizable en términos prácticos y técnicos, sin tener en cuenta necesariamente los aspectos financieros o económicos.
En resumen, la viabilidad se centra en la capacidad de ejecución y operación exitosa de un emprendimiento.
Forma de citar este artículo (APA):
Gerencie.com. (2023, agosto 30). Diferencia entre un proyecto viable y factible [Entrada de blog]. Recuperado de https://www.gerencie.com/diferencia-entre-un-proyecto-viable-y-factible.html
Tal vez deberían revisar un poco más la información que presentan, pues el mismo apoyo de las definiciones de la RAE que utilizan está mal interpretado. De tal manera, lo factible es lo que se puede hacer y lo viable, lo que tiene posibilidades de hacerse; en el ejemplo que ponen, sería al revés. ¿No les parece que es un tanto irresponsable dejarlo como lo tienen? Ya he visto que hay comentarios en este sentido, pero ustedes no han hecho nada al respecto.
Saludos.
Agradecemos su observación, pero la RAE no es la única fuente de consulta y en otras fuentes se encuentran significados diferentes que pueden ser válidos. Por ejemplo, el diccionario enciclopédico de la lengua española dice:
Y el Diccionario panhispánico de dudas dice:
Como puede observar, las dos palabras tienen significados similares e incluso iguales según algunas fuentes, así que es difícil determinar cuál significado predomina. En cuanto al uso común del lenguaje también hay diferencias dependiendo del país y contexto en que se utilicen esas palabras.
Agradecemos su observación y tomaremos en cuenta sus sugerencias para mejorar la información que ofrecemos. Sin embargo, hay que aclarar que no se trata de una interpretación errónea de los conceptos, sino de un uso distinto según el contexto. En nuestro criterio, lo viable es lo posible y lo factible es lo conveniente; así tenemos:
Por ejemplo: Es viable construir un puente sobre el río X, pero no es factible hacerlo porque resulta muy costoso.